Edificios sin corazón

Muchas fachadas de donostia están protegidas, por lo que solo puede modificarse el interior

Es como descorazonar una manzana. Muchos edificios de Donostia son restaurados de una manera muy especial. Las obras vacían el interior, pero mantienen la fachada.

En la mayoría de los casos en los que se derriba el interior de un edificio se debe a que las fachadas están protegidas por el Ayuntamiento, lo que implica que los muros no pueden ser modificados.

Una de estas obras se está llevando a cabo en este momento en el donostiarra barrio de Gros. El número 49 de la calle Zabaleta está siendo rehabilitado por la inmobiliaria Suquía y por la empresa Itesa. La construcción, curiosamente, también tiene otra fachada hacia el paseo de Colón, que también está protegida. La obra comenzó a ejecutarse a finales de 2010.

Según explicaron desde Suquía, en aquella fecha comenzó el derribo del interior. La construcción es un edificio “emblemático” de Donostia, por lo que las plantas van a ser completamente reconstruidas, mientras que las paredes serán solo rehabilitadas. El bloque fue diseñado en 1919 por Ramón Cortázar -arquitecto encargado, a su vez, de diseñar el ensanche de la ciudad hacia el Sur tras el derribo de las murallas en 1863-. Según la página web municipal, el inmueble cuenta con una protección de Grado IV, que según la normativa vigente, “comprende elementos construidos en cuya imagen exterior se reconocen valores protegibles en relación a su propio entorno”.

En la misma ficha se recoge una breve descripción del edificio: Se compone de semisótano a modo de cuerpo avanzado a las dos calles -Zabaleta y Colón-, entresuelo o planta baja, y seis plantas altas de origen (la última retranqueada)”. Fachada enteramente de sillería a calle Zabaleta y combinada con revestimiento cerámico a paseo de Colón. Mirador triple de hormigón en huecos centrales. Destaca, a su vez, la existencia en la primera planta de un balcón-galería de hormigón.

Desde la constructora Suquía afirmaron que, tras la reconstrucción, el edificio contará con 28 viviendas y varios sótanos. Para vaciar el interior ha sido necesaria una máquina especial que evitase el movimiento excesivo. Esto se debe a que el edificio no se encuentra aislado, sino que halla junto a otros inmuebles, por lo que el uso de determinados modos de derribo podría provocar vibraciones que afectasen de manera negativa a las estructuras de los edificios colindantes.

De hecho, en ese bloque de edificios, no sólo el número 49 de la calle Zabaleta está protegido con el Grado IV. Las fachadas de los portales 43, 45 y 47 de esta calle también son intocables, según la normativa municipal. El motivo: que todos los edificios de la manzana corresponden a un conjunto constructivo diseñado por Cortázar.

Desde Suquía afirmaron que este tipo de obras no son raras en Donostia, sobre todo en el área romántica de la capital guipuzcoana, que abarca parte del centro donostiarra hasta el parque de Amara. No obstante, aclaran que, en muchos casos, suele rehabilitarse la estructura. En el caso del edificio de Gros no ha podido ser así. La madera que conformaba el esqueleto de la casa se encontraba muy debilitada y degradada, por lo que dejaron a un lado la idea de restaurar el interior y abogaron por la reconstrucción. Según indicaron, se prevé la conclusión de las obras a mediados del año 2013.

Hay veces en las que pese a intentar mantener y cuidar las fachadas de los edificios, estas inevitablemente se ven deterioradas por las obras. Pero el Ayuntamiento lo tiene claro: en el caso de desperfectos los responsables deberán arreglar la fachada y dejarla exactamente tal y como estaba.

la normativa

Los cuatros grados de protección

Además del ya citado cuarto grado existen otros tres niveles de protección. El Grado I comprende todos “los elementos declarados Bienes Culturales Calificados o Bienes Inventariados conforme a la Ley 7/1990 del 3 de julio de Patrimonio Cultural Vasco, o Bienes de Interés Cultural conforme a la Ley 16/1985 de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español”.

Asimismo, el segundo nivel tiene en consideración las construcciones a las que es reconocido “su valor individual y que cuentan con partes que deben ser protegidas tanto en su envolvente exterior como en su interior”. Por último, el tercer grado sería prácticamente igual que el anterior, solo que en este caso solo se toma en cuenta el “envolvente exterior”.

Itelan, empresa especializada en ITE s ubicada en Donostia – San Sebastián, Gipuzkoa para la realización de inspecciones técnicas de los edificios. Itelan realiza inspecciones técnicas de edificios en Gipuzkoa, principalmente en municipios como Donostia -  San sebastián, Lasarte, Eibar, Ermua, Beasain, Ordizia, Zarautz, Bergara, Irun, Tolosa, Oiartzun, Arrasate – Mondragón, Errenteria o Hernani y sus zonas limítrofes.

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